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Alan Bruntonrecollections |
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Rafael Guerrero’s tribute Deborah’s note to Sally I dedicated this year's anniversary of Teatro Estudio Yerbabruja to Alan and to the theme of theatre of risk. In the program Margarita (who started the space but lives in New York and
comes back each summer and we organize
the performance marathon) wrote about teatro de riesgo, and I wrote the following: Hace un poco de un mes tuve uno de los momentos mas
angustiantes de mi vida. De manejar un espacio teatral y tener que pedir un
nuevo grupo que iba a presentar su primera obra teatral a quitar sus cosas del
espacio por razones extremos de conducta y falta de responsibilidad me provocá
una recapitulación profunda de los 30 y pico años que llevo en el teatro en
diferentes partes del mundo. Empecé a revisar todos los documentos que tengo
de esa trayectoria. Durante ese tiempo, revisando los imagenes y libretos de
un grupo que se llama Red Mole, con quien trabajé unos 12 años, murió el
escritor principal en Amsterdam durante una gira teatral. Se llama Alan
Brunton. Quiero dedicar mis esfuerzos en esos días, bajo el tema
y homenaje a teatro de riesgo a ese escritor. No conozco a nadie a quien se
ariesgó más como artista. Te quiero Alan y te hecho de menos todos mis días.
On the back of the program I put his picture and a quote of his from Zucchini
Roma. Just now Rafael Guerrero sent me
this piece he wrote after seeing all of the performances. It too is in
Spanish and very beautifully
written: Colgar,
Amasar, Traicionar en Yerbabruja Arriesgarse
a dibujar un círculo imaginario sobre la faz del planeta conformado con
palabras, gestos y bailes olvidados de los tiempos del conjuro.
Esos sortilegios que nos retan, que nos provocan y nos conducen hacia
la incertidumbre del asombro, del momento fugaz, eterno, incontestable. Vivir
el riesgo mismo día a día para no traicionar tu visión, tu oficio, tu
vocación. Convivir entre tantas
ratas brillando en tu verdad, certera y deslumbrante. Revivir de entre los espectros del consumo a personajes frágiles
y hermosos en su deseo de trascender el simulacro. Día a día sin compromisos que nublen la creatividad,
disciplinadamente respirando para vivir de isla en isla, flotando en el
planeta azul. Amasar
amorosamente las carnes de tus huesos exprimiendo la duda y el coraje, el
deseo y la tradición, las cadenas cibernéticas y las penas de los roles
heredados en confusa sucesión. Masajear
tus cuerpos vibrantes de luz, energía, pensamiento y emociones, sintiendo
mientras caminas los pesados miedos, las heridas punzantes y el frío rígido
de la decadencia patriarcal. Amar
la verdad de la mentira, la voluntad legada, la sombrilla que te escuda del
terror y las emociones que dejaste en una esquina olvidada algún día.
Sanar los despojos y traiciones, los complejos edipales ocultos con
Xanax y los días legendarios de comer para estallar. Colgar
de los pies ahorcados en lujuria y en venganza de saberse reprimidos y retar
la autoridad, a pesar de los cantazos, violaciones y condenas.
Pensar al revés porque es derecho de las almas elevadas que nos tocan
con colores, con palabras, con ternura y vocación, desatando con su oficio de
contar a viva voz, mil verdades censuradas, acalladas por el ruido
ensordecedor de ratas que deambulan cual espectros del Apocalipsis now. En
inglés o en español, con el cuerpo y con sus manos, con sonidos y con máscaras,
sin palabras y con música, ese elenco que coció la Mixta III en el
Teatro-EstudioYerbabruja el 9 y 10 de agosto, dibujó sobre el planeta un
anillo enrojecido y Alan Brunton descansando en su paz bien merecida, tuvo que
reír callado de pura satisfacción. Rafael Guerrero San
Juan, Puerto Rico
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